Los factores hereditarios NO son los principales responsables de los dientes apiñados, los verdaderos responsables del apiñamiento y el mal desarrollo bucal son malos hábitos de los niños como respirar por la boca, chuparse el dedo o tragar de forma incorrecta. Estos hábitos tienen repercusión directa en la salud del pequeño, y suelen empezar antes de los 6 años y alteran el desarrollo correcto de las mandíbulas, haciéndolas más pequeñas de tal forma que los dientes, no caben y se apiñan.

Lo más preocupante no es que el niño vaya a tener una sonrisa imperfecta o un desarrollo incorrecto, sino que estos hábitos tienen repercusión directa en la salud del pequeño. Por ejemplo, la respiración bucal crónica causa problemas en el aprendizaje al disminuir la concentración del niño y al generar hiperactividad. Además, el rendimiento físico también se ve reducido. Finalmente, el impacto de estos hábitos va más allá de la boca y provocan que también se modifique la postura del niño, se generen asimetrías faciales, desviaciones vertebrales e incluso pies pronados.

¡Si tu hijo presenta cualquiera o varios de estos hábitos o signos ven a consultarnos y te ayudaremos!

• Respira por la boca abierta

• Ronca por la noche

• Le cuesta comer o traga la comida sin masticar

• Tiene la cabeza tirada para adelante

• Se chupa el dedo

• Le cuesta concentrarse

• Tiene hiperactividad

• Se levanta cansado por las mañanas

El sistema SmileGymTM de ortodoncia temprana/miofuncional que va más allá de una sonrisa bonita.

Nuestra misión es la de lograr corregir los malos hábitos orales, para desarrollar y alinear los dientes de manera que se optimice el desarrollo del cuerpo y la simetría facial. Además, al mejorar la calidad del sueño favorecemos el rendimiento escolar y físico. Finalmente, si conseguimos empezar de forma temprana con el niño podemos incluso conseguir que este no tenga que llevar ortodoncia con brackets en un futuro o en caso de necesitarlos que esta sea más corta y menos compleja.

El momento ideal para empezar es antes de los 6 o 7 años cuando los dientes se están desarrollando y la mandíbula aún está creciendo. Principalmente por este motivo, aún podemos incidir y guiar el crecimiento de los dientes adultos mucho antes que el niño pierda los dientes de leche.

Consiste en:

● Aparatos no fijos: Os propondremos el aparato que más se ajuste a vuestro hijo. De forma general se usan 1 o2 horas cada día y en la noche.

 

● Entrenamiento Miofuncional personalizado: Diseñaremos un plan de entrenamiento con nuestro equipo de formadores expertos de manera que se activen los músculos y hábitos adecuados.